SANTO DOMINGO,
República Dominicana.-Con la noticia sobre la sorpresiva renuncia este
miércoles del doctor Roberto Saladín Selín, como miembro titular de la Junta
Central Electoral (JCE), muchos se preguntan quién es este servidor público y
cuál ha sido su trayectoria.
Esta no es la primera
ocasión en que Roberto Saladín Selín, que tiene más de 50 años en la
administración pública, de profesión abogado y con estudios en temas de
economía.
En el gobierno de
Joaquín Balaguer (1986-1990) Saladín renunció al codiciado puesto de gobernador
del Banco Central. Fue nombrado en 1987, y en 1989 renunció alegando que se le
irrespetaba como funcionario.
Esto debido a que el
presidente Balaguer dispuso de medidas de restricción al mercado de divisas, de
común acuerdo con el Banco Central y otras instituciones.
Saladín descubrió que
solo desde el Banco Central se seguía con estricto celo esta política, y que el
propio presidente Balaguer no se la tomaba muy en serio. En esa ocasión la
cotización del peso dominicano respecto al dólar entró en inestabilidad, y el
gobierno decidió controlar la compra y venta de las divisas.
Para evitar que se
presionara el mercado privado o paralelo de divisas se dispuso obligar a los
importadores a que se hicieran con un certificado que demostrara que habían
comprado los dólares en el Banco de Reservas o en el Banco Central. Ese
certificado debía de ser exigido por la Dirección General de Aduanas.
Ocurrió que las
restricciones hicieron caer las recaudaciones por vía de los aranceles
aduaneros, y eso preocupó al presidente Balaguer, que estaba inmerso en la
construcción de numerosas obras de infraestructura.
Y aunque no dejó sin
efecto las medidas restrictivas en el mercado de divisas, en la práctica el
presidente Balaguer dio luz verde a algunos funcionarios de confianza para que
permitieran que fluyera el comercio a través de las aduanas, y así poder elevar
las recaudaciones.
Esto quería decir que
los funcionarios no debían ser tan exigentes con los empresarios que podían
adquirir la cantidad de divisas necesarias en el mercado paralelo, y no en las
entidades del Estado que no siempre disponían de las monedas extranjeras.
Al parecer, al doctor
Saladín no se informó como correspondía sobre esta flexibilización de la
política de control de las divisas, pese a ser el gobernador del Banco Central.
Como no podía permanecer como el único
funcionario que se tomaba en serio una política de Estado, decidió renunciar.
«¡Que el Gobierno se
respete, que yo me respeto!», dijo entonces Saladín al anunciar su renuncia
irrevocable.
Posteriormente, Saladín
retornaría a la administración pública ocupando diversos cargos diplomáticos,
que incluyeron embajadas y consulados.
Ante la renuncia
actual, de la Junta Central Electoral (JCE), la gran interrogante es: ¿Cuál ha
sido motivo que han llevado de nuevo a este hombre de Estado a renunciar a un
cargo?
Fuente, Acento
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