Este 24 de septiembre se
conmemora el Día de Nuestra Señora de las Mercedes, patrona de la República
Dominicana, antigua advocación mariana a que la feligresía católica le rinde
culto.
Como centros principales
del peregrinaje de los devotos de las Mercedes en el país resaltan el santuario
del Santo Cerro y la antigua Iglesia que lleva el nombre de la virgen, localizada
en la esquina de las calles Las Mercedes y José Reyes, en la Ciudad Colonial de
Santo Domingo.
La construcción del
vetusto templo, diseñado por el destacado maestro constructor Rodrigo de
Liendo, se terminó alrededor del año 1555, pero la edificación fue dañada
décadas después, durante la invasión del corsario inglés Francis Drake en el
1586.
El milagro de Santo
Cerro, ¿leyenda o realidad?
Es sabido que 1495, en su
segundo viaje a América, el almirante Cristóbal Colón llegó al sitio conocido
como Santo Cerro, acompañado de 220 soldados españoles bien proveídos y un
número indeterminado de indios taínos aliados.
El propósito de la
expedición era enfrentar los ataques de los indios, rebelados contra la medida
que los obligaba a entregar tributos en oro al descubridor y gobernador de la
isla. Entonces, Colón quería fundar un reducto seguro en la región, donde se
había descubierto oro.
Para establecer su puesto
militar contra los rebeldes taínos, liderados por Guarionex, los españoles
eligieron el altozano del cerro porque era relativamente fácil de defender y
porque le daba una magnífica panorámica del valle de La Vega Real.
Se ha relatado que la
madrugada del 14 de marzo de 1495 colmaban el valle alrededor de 30,000
aguerridos taínos, encabezados por los caciques Guarionex y Maniocatex. No
obstante, los españoles estaban dispuestos a batirse, contando con sus armas y
destrezas militares, pero las huestes indígenas no los dejaban avanzan. Las
confrontaciones se extendieron por unos diez días y como las tropas españolas
se encontraban extenuadas, Colón les ordenó que se refugiaran en un palenque en
la cumbre del cerro.
El fraile Juan Infante,
de la Orden de los Mercedarios, confesor de Colón y testigo del hecho, relató
que cerca de las 9:00 de la noche vio que una luz arropaba la cruz, mientras
una dama vestida de blanco, con un niño en sus brazos, brotaba en el lado
derecho del símbolo.
A la mañana siguiente,
las tropas ibéricas se encontraron ante un hecho asombroso: los aguerridos
taínos se habían retirado. En agradecimiento por el suceso, Colón ordenó a sus
hombres que se postraran y oraran a la virgen para agradecerle el prodigioso
triunfo.
SOBRE EL EPISODIO, INFANTE DECLARÓ QUE LA
VIRGEN DE LAS MERCEDES HABÍA SALVADO A LOS ESPAÑOLES.
Luego de que ocurriera el
episodio del Santo Cerro, se iniciaron las peregrinaciones al lugar de la cruz
milagrosa y poco a poco se fue afianzando la devoción mariana vigente en gran
parte de la población dominicana.
Los remotos orígenes de
la advocación
La Virgen de la Merced o
de las Mercedes está relacionada a la fundación de la Orden religiosa de los
mercedarios, el 10 de agosto de 1218, en Barcelona, España, y llegó a la isla
la española con el arribo de los colonizadores y conquistadores en 1492.
San Pedro Nolasco, fundador
de la orden religiosa dedicada a la Merced (obras de misericordia) se dio la
misión de socorrer a los cristianos cautivos por los musulmanes y en esa tarea
fue apoyado por el rey Jaime I de Aragón.
En tiempos lejanos el
culto a la virgen de las Mercedes se celebraba el 8 de septiembre, en el
aniversario del terremoto del 1615, ocurrido en la española. A partir del
sucedido, se produjeron numerosas réplicas durante unos 40 días. La ciudad de
Santo Domingo resultó muy afectada y perecieron 24 personas. Entonces el
cabildo de la ciudad declaró a la virgen de las Mercedes patrona de la española.
Posteriormente, en 1740,
por Real Cédula, la conmemoración de la festividad fue cambiada para el 24 de
septiembre, fecha en que se sigue evocando.
Tras la proclamación de
la Independencia nacional, en 1844, la Virgen de Las Mercedes fue declarada
patrona de la República Dominicana.
La virgen de las Mercedes
no es solo patrona espiritual del pueblo dominicano. Además, varias ciudades
celebran sus fiestas patronales el 24 de septiembre de cada año, entre las
cuales se encuentran Cabrera, Constanza, Hato Mayor, Imbert (Bajabonico),
Pimentel y Sabana Grande de Palenque.
Fuente, DiarioLibre
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