
“Maduro ha vendido el
alma de su nación a una dictadura extranjera, y eso lleva mucho tiempo siendo
así. El mundo civilizado debe presionar al régimen de Cuba para que abandone
Venezuela inmediatamente”, dijo Trump durante una reunión en Nueva York con líderes
de 18 países de Latinoamérica y el Caribe.
“Nuestras sanciones se
han centrado en cerrar cualquier vía por la que Maduro pueda sostener su
mandato criminal y totalitario. Y él (Maduro) ha sido despiadado, ha sido
corrupto, ha sido lo peor que se puede llegar a ser”, afirmó Trump.
El secretario de Estado
de EE.UU., Mike Pompeo, anunció durante el acto que Washington aportará 118
millones de dólares más para afrontar la crisis humanitaria en Venezuela, de
los que 36 millones se dedicarán a “operaciones de alivio” dentro de ese país y
el resto a ayudar a los países vecinos que han acogido migrantes venezolanos.
Trump prometió que
apoyará al pueblo venezolano “hasta que finalmente” caiga Maduro, y pronosticó-
“Serán libres. Ocurrirá”. Insistió en que lo que desea es una “transición pacífica
y constitucional que abra el camino a elecciones libres y justas”.
Trump lamentó que
“algunos países fuera de este continente siguen respaldando al régimen
(chavista) con ayuda militar y tecnológica”, pero no citó directamente a Rusia
-a la que ha evitado criticar por su apoyo a Caracas- y centró en cambio sus
críticas en Cuba.
“No debemos permitir
que las fuerzas destructivas del socialismo repitan los horrores del siglo
pasado”, subrayó Trump.
El mandatario pidió
asegurarse de que “el futuro del continente americano no lo escriben los
socialistas o los tiranos, sino los patriotas que aman la libertad”, y confió
en que esa doctrina acabe imponiéndose en “Cuba, Venezuela y Nicaragua”.
A la cita asistieron
los presidentes de Colombia, Iván Duque; Chile, Sebastián Piñera; Ecuador,
Lenín Moreno; y Honduras, Juan Orlando Hernández; además de representantes de
Argentina, Brasil, Canadá, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Panamá,
Paraguay, Perú, las Bahamas, República Dominicana, Haití, Jamaica y Santa Lucía.
También acudieron Julio
Borges, el encargado de Asuntos Exteriores del Ejecutivo venezolano al que
reconocen EE.UU. y otro medio centenar de países, el del líder opositor Juan
Guaidó; y el representante diplomático de ese equipo en Washington, Carlos
Vecchio.
En un comunicado, la
portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, confió en que el encuentro sirva
para que la comunidad internacional “tome medidas concretas para aumentar la
presión” contra Maduro, y aseguró que la mayoría de líderes del continente
están de acuerdo en que “ha llegado la hora” de que deje el poder.
“Los líderes que se
reunieron hoy están unidos en su convicción de que nuestra respuesta conjunta a
esta crisis será un momento definitorio en nuestra historia. EE.UU. también pide
a todas las naciones que den más pasos para que el régimen de Cuba rinda
cuentas por su papel directo” en la crisis venezolana, añadió Grisham.
La Casa Blanca celebró
en particular el “robusto liderazgo de los presidentes de Argentina, Brasil,
Chile, Colombia, Ecuador y Perú” en el tema de Venezuela.
Fuente, Hoy
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