El ex presidente de
Francia Jacques Chirac, conocido por su imagen de “hombre común” cuidadosamente
elaborada, pero cuyos años posteriores fueron perseguidos por acusaciones de
corrupción, murió a la edad de 86 años.
La noticia de su muerte
fue reportada por BFM, afiliada de CNN.
En los últimos años,
Chirac había sufrido pérdida de memoria y rara vez era visto en público, pero
el dos veces presidente será recordado por su destreza política y su estilo
cultivado de hombre del pueblo.
Chirac nació y estudió en
París, pero desarrolló una afinidad por la región natal de su familia en la
Francia rural y nunca perdió su contacto con el país o el hombre común.
Como presidente,
claramente disfrutaba mezclarse con las multitudes, probar un bocado de esto o
un vaso de aquello, y a menudo asistía a ferias agrícolas. Aunque se graduó de las
mejores escuelas, Chirac trabajó como marinero en algún momento e incluso tuvo
un breve trabajo en Estados Unidos.
“Trabajé también en una
fábrica en St. Louis, una fábrica de Anheuser-Busch”, dijo a Larry King de CNN
en 1995.
Chirac se ofreció como
voluntario para el ejército francés en 1956 durante la guerra de Argelia. Pero
lo impulsaba un interés en la política, y a los 35 años se convirtió en uno de
los ministros de gobierno más jóvenes en Francia bajo el presidente Charles de
Gaulle.
Ocupó una serie de
trabajos nacionales y luego, en 1977, se convirtió en el primer alcalde electo
de París, puesto que hasta ese momento había sido designado.
Chirac entendió
claramente el valor político en el trabajo: ser alcalde de la capital fue un
trampolín perfecto para el escenario nacional. A través de su popularidad,
algunos dirían destreza, Chirac pudo servir dos veces como primer ministro,
incluso mientras conservaba el cargo de alcalde de París.
En 1995 su carrera estaba
volando alto. Se postuló para presidente y ganó. Pero casi desde el comienzo de
su mandato, se enfrentó a disturbios laborales por sus planes de austeridad. Al
final de su primer año, los sindicatos casi pusieron de rodillas al país con
huelgas que paralizaron el sector del transporte. El gobierno tuvo que dar una
vergonzosa vuelta en “u”.
Todavía con la esperanza,
más de un año después, de promulgar sus planes, Chirac ordenó nuevas elecciones,
pero la apuesta fracasó y la Asamblea Nacional y el gobierno se desplazaron
hacia la izquierda. Su rival para la presidencia se convirtió en el primer
ministro. Fue quizás uno de los mayores errores de cálculo político de Chirac.
Los años que siguieron
fueron difíciles, pero la popularidad de Chirac aumentó a medida que cayó el
primer ministro socialista. En 2002, fue elegido para un segundo mandato.
Si bien hubo pocas
iniciativas dramáticas durante su segundo periodo en el cargo, una se destacó:
envió a su ministro de Relaciones Exteriores a las Naciones Unidas para
declarar públicamente que Francia se opondría a la guerra liderada por Estados
Unidos en Iraq. La medida fue ciertamente
un punto bajo en las relaciones francoestadounidenses, pero como Chirac le dijo
a CNN en ese momento, no había vuelta atrás.
“Que cualquier país pueda
ir a la guerra, o librar una guerra por sí solo, es impensable, nadie lo está
considerando. Así que no hay otra solución al multilateralismo. Es la
conciencia y la efectividad del mundo, como se expresó en la ONU”.
Mientras se desarrollaba
su segundo mandato, la popularidad de Chirac entró en caída libre. Incluso
cuando sufrió un derrame cerebral leve en 2005 había poca simpatía por el
presidente, claramente envejecido. Al final de su mandato, en 2007, menos de
una persona de cada cinco aprobó su presidencia, un mínimo histórico.
Pero el final de su
carrera política no terminó con sus problemas. Durante años, fue perseguido por
cargos de corrupción que se remontan a décadas de su época en el Ayuntamiento
de París.
Tenía inmunidad de los
cargos mientras era presidente, pero cuando dejó el cargo, el fiscal siguió
adelante. Chirac fue juzgado y condenado por poner a sus trabajadores del
partido político en la nómina de la ciudad y recibió una sentencia suspendida
de dos años.
Aun así, a través de
todos los altibajos de su carrera de casi 40 años en política, Chirac siguió
siendo una de las figuras públicas más populares en Francia. Pero esa
popularidad, sugieren los biógrafos, puede deberse a la percepción que se tenía
de él como un “hombre común”, más que a un logro en particular.
Fuente, CNN
0 komentar: