Una encuesta
estandarizada revela que, de 4,083 mujeres con edades comprendidas entre los 15
y los 29 años, el 68,8% ha sufrido algún tipo de violencia a lo largo de sus
vidas y en todos los extractos sociales, lo que impacta sus derechos, su salud
y su economía, así como el bienestar social de su familia y su comunidad.
La Encuesta Experimental
sobre la Situación de las Mujeres (ENESIM-2018), realizada por la Oficina
Nacional de Estadística (ONE) con el apoyo financiero del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) y el Ministerio de la Mujer, establece, además, que alrededor
de dos de cada cinco mujeres han sido víctimas de la violencia en ese mismo
rango de edad, lo que en términos porcentuales representa el 39.2%.
La investigación
condiciona la prevalencia de violencia contra la mujer a la existencia de al
menos un hecho de algún tipo de violencia, entre ellas, la psicológica, física,
sexual, económica y patrimonial.
La violencia de parte de
parejas y exparejas es de un 42%, siendo la región del Cibao la de mayor
riesgo, con un 78.5%; seguido por la zona sur, con 69.8%. El este del país es
el que reporta menos casos de todo tipo de violencia, con 49.3%.
El 94% de las mujeres no
denuncian las violencias que sufren de parte de sus parejas, indicó la
investigación.
Los resultados fueron
presentados por Francisco Cáceres, director de Censo y Encuesta de la ONE,
quien informó que la población estudiada comprende alrededor del 98.7% del
total de habitantes del país, incluyendo las islas menores.
Informó que las mujeres
entrevistadas formaron parte de 5,259 viviendas y que no hay diferencias
estadísticas entre lo rural y lo urbano. Las mujeres con edades entre los 15 y
29 son las más violentadas con un 67.3% de la muestra, mientras tanto, la
tendencia a no denunciar la violencia es de un 76%.
En el ámbito laboral, el
mayor riesgo a sufrir violencia proviene de los jefes y no se denuncia, porque
se cree que no es importante, como tampoco lo hacen las que sufren violencia en
las calles, las playas y áreas públicas, donde de acuerdo con los resultados de
la encuesta, es de un 84.3%.
En cuanto al seno de las
familias, un tercio de la población femenina es víctima de violencia en sus
hogares y las madres son las más violentas.
La ENESIM-2018 fue
presentada durante el Seminario Internacional “Medición de la Violencia contra
la Mujer por Encuestas de Hogares”, que busca fomentar un diálogo entre los
representantes de las oficinas nacionales de estadística de América Latina y el
Caribe, así como también, abrir un espacio de intercambio a fin de que las
instituciones académicas y los mecanismos institucionales para el avance de las
mujeres tengan la oportunidad de presentar las mejoras alcanzadas en la
recolección de información de violencia ejercida contra las mujeres,
particularmente a través de las encuestas de hogares, y compartan ejemplos
concretos del uso, divulgación e impacto de estos datos en la política pública
y la investigación.
El estudio no muestra
diferencia por grado de escolaridad o nivel socioeconómico.
Para la directora de la
ONE, Alexandra Izquierdo, es fundamental levantar encuestas directas a las
mujeres en su hogar para tener una visión completa de esta problemática, debido
a que, según la funcionaria, la falta de denuncias ha conducido a que los
registros administrativos, policiales y judiciales relacionados con estos delitos
estén incompletos y desactualizados.
Sostuvo que la violencia
contra la mujer atenta directamente contra el ejercicio de la ciudadanía, su
salud física y emocional y la igualdad de oportunidades para ejercer sus
derechos, participar en la vida pública, gozar de las libertades democráticas,
y contribuir al desarrollo local y nacional.
De su lado, la ministra
de la Mujer, Janet Camilo, se refirió a la violencia política, y dijo que las
mujeres suelen ser violentadas en sus aspiraciones a los estamentos de poder.
Puso como ejemplo que los
partidos políticos no brindan el debido apoyo económico a las mujeres, que
cuando son jóvenes las discriminan para ser candidatas y que el esteorotipo
físico sigue influyendo en forma negativa, rechazando a las que tienen
sobrepeso o a las que consideran poco atractivas físicamente.
Asegura que todavía queda
un camino muy arduo para trabajar, para luchar contra esa clara violación a los
derechos humanos. Que es un problema de salud pública y de seguridad.
Miguel Coronado Hunter,
representante del BID, manifestó que la violencia contra la mujer tiene un
impacto significativo en la economía de la región al representar una pérdida
entre el 1,6% y el 4% del Producto Interno Bruto.
Señaló que estas cifras
muestran que no se tratan de un tema privado, que deba permanecer detrás de las
puertas de los hogares, sino por el contrario, es un problema de salud y
seguridad pública y de gobernanza, en general, con necesidad de ser atendido por
los países.
“Es necesario invertir en
mejorar la cantidad y la calidad de la información estadística sobre la
violencia contra la mujer y del mismo modo invertir en encuestas de
victimización y en mejorar el registro de las denuncias que los ciudadanos hacen
ante las autoridades”, puntualizó Coronado.
En ese orden, el
representante del BID valoró el rol de la ONE, el Ministerio de la Mujer y del
Ministerio Público, para lograr visibilizar, actuar y combatir la violencia
contra la mujer.
Fuente, DiarioLibre
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