SANTO DOMINGO,
República Dominicana.- Los expertos estiman necesario mantener informados a los
niños sobre el coronavirus, pero hay que trasmitirles confianza y seguridad a
la hora de hacerlo para no alentar en ellos confusiones, incertidumbres y ansiedades propias de la
ambigüedad.
Instan a no
mentirles ni ocultarles información, pero insisten en que hay que comunicar la
información sobre el coronavirus de forma adaptada a la edad y nivel
madurativo.
Los psicólogos
advierten en ese sentido que «hay una delgada línea entre asustarlos
innecesariamente» y empoderarlos, tomando en cuenta que los niños no disponen
de una autorregulación emocional desarrollada a plenitud.
Entonces, será
la manera en cómo los adultos afronten el tema lo que determinará su mayor o
menor impacto en ellos.
Como adultos,
como padres, debemos tener respuestas listas para las preguntas obvias.
Responder con confianza y sin dudarlo. Ello asegurará que el niño sepa de qué
se está hablando.
Por el
contrario, si el adulto parece confundido y ansioso, «responderá de una forma
contradictoria a los ojos del hijo», explicó uno de esos psicólogos.
«Nadie como los
propios padres -continúa el psicólogo- para conocer mejor a sus hijos». Este
conocimiento debe ser el punto de apoyo básico en la planificación de la
conversación. Como adultos tenemos la capacidad de comprender un acontecimiento
y situarnos en la perspectiva de nuestros hijos a la hora de recibir
determinada información.
«Nunca debemos
perder de vista -recomienda- que la autonomía emocional se adquiere de forma
progresiva durante toda la etapa escolar y debemos tener claro que para
nuestros hijos e hijas somos sus figuras de referencia, protección y
seguridad».
Consejos para
afrontar esa conversación con niños
Tomarse el
tiempo necesario y procurar que no haya interrupciones durante la conversación.
Los niños reaccionan de diferentes maneras y el adulto necesitará el tiempo
suficiente para lidiar con las emociones que puedan surgir.
Mientras estén
jugando o realizando actividades de ocio, e incluso durante la cena y de una
manera natural puede ser un buen momento, ya que a menudo están más tranquilos
y relajados.
Hay que mantener
la calma, ya que los niños a menudo perciben la energía de sus familiares. Si
es posible, deberán esperar hasta que hayan tenido tiempo de procesar las
noticias para que pueda mantener la tranquilidad.
Con los más
pequeños, mejor acudir a diferentes cuentos infantiles que simbolicen
determinadas enfermedades a través de «bichitos». Con niños más mayores,
utilizar palabras más concretas que incluso les permitan tomar conciencia.
Permitirles
hacer tantas preguntas como deseen y responder con respuestas apropiadas a su
edad, manteniéndose enfocado en la pregunta específica en cuestión. Incluir más
detalles de los necesarios puede ser abrumador para los niños.
También es buena
idea que los padres hagan preguntas para ver qué reacciones despiertan y
aclarar todo lo que les pueda quedar en duda. ¿Cómo crees que esto cambiará las
cosas aquí en casa? ¿En la escuela?, etc. Son preguntas que se les puede hacer.
¿Y si hay un
enfermo en casa?
En caso de
hospitalizaciones de algún familiar y, de ser posible, sería bueno que los
niños puedan disponer de algún medio para
mantenerse el contacto con los suyos: llamadas, WhatsApp, dibujos, una
carta…
Si la persona
afectada permanece en casa, debemos favorecer que los niños sigan en la medida
de lo posible con sus quehaceres y rutinas diarios.
Fuente, Acento
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